Cuando las técnicas convencionales de ejercicios se vuelven agotadoras y poco efectivas, quizá te convenza practicar un entrenamiento menos complicado, como el fitball, una interesante alternativa que promete darte buenos resultados.
Sólo necesitas 1 hora para conocer el nivel de relajación al que puedes llegar, sin duda es interesante ver cómo los músculos comprometidos en la prevención de lesiones (los lumbares o los estabilizadores de la cadera) son trabajados de manera simultánea favoreciendo el equilibrio corporal.
Mejora la flexibilidad, coordinación y destreza física.
Trabaja diferentes partes del cuerpo proporcionando tonicidad a los músculos.
Corrige las malas posturas debido a las posiciones adoptadas a través de la esfera.
Admite la participación de un público diverso.
Favorece especialmente a personas con problemas lumbares y cervicales.
Antes de empezar a practicar el fitball acostúmbrate a la forma de la esfera para no caer de ella en plena clase de ejercicios. Si tienes dudas sobre la proporción entre su tamaño y tu estatura prueba sentándote sobre ella y observa si tus piernas hacen un ángulo de 90º.
Ten cuidado con la posición de tus piernas o rodillas mientras las flexionas, tus pies deben mantenerse siempre hacia adelante para no exigirte movimientos incómodos que en un corto plazo signifiquen una lesión.
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